
El primer árbol artificial viable en el mundo se instaló en Lima para purificar el aire de esta contaminada ciudad, confirmaron hoy fuentes de la empresa ecológica creadora del depurador, que pretende instalar en Perú unos 400 aparatos de este tipo en los próximos cuatro años.
Se trata, reporta la agencia EFE, del purificador de aire urbano PAU-20, una especie de árbol metálico que a pesar de carecer de ramas, tronco y hojas es capaz de imitar artificialmente la fotosíntesis y convertir las partículas de dióxido de carbono en oxígeno.
El ingeniero Fernando Eguren, uno de los creadores del purificador que empezó a operar desde ayer en Lima, dijo hoy a Efe que previamente a la creación del PAU-20 se desarrollaron otros dos proyectos similares en Chile y México, pero resultaron inviables porque los costes eran demasiado altos.
"Las máquinas desarrolladas en México o Chile proponían un consumo de entre 48 y 68 kilovatios por hora y un mantenimiento continuo, mientras que nosotros apenas utilizamos 2,5 kilovatios (el equivalente a 25 bombillas de 100 vatios) y alrededor de 60 litros de agua cada cinco horas", puntualizó Jorge Gutiérrez, otro de los fabricantes del también denominado "Superárbol".
Esta gigantesca máquina de más de cuatro metros de altura recoge el aire contaminado para liberarlo del polvo, gérmenes y bacterias, y reducir los gases procedentes de los motores de los automóviles, según explicaciones de los creadores del PAU-20.
La información, AQUI
El ingeniero Fernando Eguren, uno de los creadores del purificador que empezó a operar desde ayer en Lima, dijo hoy a Efe que previamente a la creación del PAU-20 se desarrollaron otros dos proyectos similares en Chile y México, pero resultaron inviables porque los costes eran demasiado altos.
"Las máquinas desarrolladas en México o Chile proponían un consumo de entre 48 y 68 kilovatios por hora y un mantenimiento continuo, mientras que nosotros apenas utilizamos 2,5 kilovatios (el equivalente a 25 bombillas de 100 vatios) y alrededor de 60 litros de agua cada cinco horas", puntualizó Jorge Gutiérrez, otro de los fabricantes del también denominado "Superárbol".
Esta gigantesca máquina de más de cuatro metros de altura recoge el aire contaminado para liberarlo del polvo, gérmenes y bacterias, y reducir los gases procedentes de los motores de los automóviles, según explicaciones de los creadores del PAU-20.
La información, AQUI

No hay comentarios:
Publicar un comentario