miércoles, 28 de enero de 2009

Frenar el cambio climático, una quimera


La reflexión es de Antonio Pérez Henares, en su blog La Marea.
Y dice así:

Al oir de continuo algunas expresiones e intenciones, muchas veces con sonoras siglas científicas detrás, y que son aceptadas a pies juntillas por el conjunto de la opinión publica, uno no puede evitar la mayor de las perplejidades. Por ejemplo: lucha contra el cambio climático.

Es una barbaridad o en todo caso una lucha perdida. Si me dicen que hay que luchar contra la contaminación, contra la emisión de CO2 y otros gases de efecto invernadero, lo entenderé, lo apoyare, es esencial, prioritario y urgente.

Pero ¿contra el cambio climático?. ¿Pero no ha estado siempre la tierra en un continuo cambio, pero es que pretendemos su inmovilidad, pero es que no se han sucedido los periodos calidos y las glaciaciones?. ¿Es que pretendemos fijarla sobre su eje?.

No menos sorprendente es la cuestión de la extinción y evolución de las especies. Estás han desaparecido y han sido sustituidas por otras a lo largo de toda la vida sobre el planeta.

El hombre puede y debe no contribuir a su destrucción pero la pretensión de detener la evolución , los cambios y las sustituciones naturales resulta también de una soberbia inaudita. Querer se dioses o algo así, cuando aún esta por ver si estos de existir tuvieron algo que ver en esa evolución.

En suma la filosofía que parece subyacer en todo ello es la pretensión del hombre de inmovilizar la tierra, su cambio y su evolución. Detenerla en un preciso instante y momento.

Para siempre. Nada hay más acientífico y antinatural que ello. Una auténtica quimera. Y tal vez una barbaridad de similar magnitud a la destrucción, que esa sí debe frenarse, que el propio ser humano ha causado.

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