La flota japonesa captura alrededor de 1.200 ballenas para fines científicos. El objetivo, lícito para el gobierno nipón, se reduce para la organización ecologista Sea Shepher a un pretexto para cazar animales con fines comerciales, según reporta el periódico El Mundo.
Fundada en Estados Unidos en 1981, la Sea Sheperd Conservation Society se dedica a preservar el ecosistema marino frente a la pesca ilegal, la destrucción del hábitat y el incumplimiento de las leyes y tratados internacionales.
Cada año, este grupo de intrépidos navegantes, capitaneados por Paul Watson, que fue uno de los fundadores más jóvenes de Greenpeace, comienza su cruzada en los mares del sur del Planeta, para sabotear la pesca de ballenas a los barcos japoneses.
Una de sus tácticas: lanzar bombas de mantequilla podrida a los cazadores para que resbalen los miembros de la tripulación e impedir, así, mantener la quietud del buque, sin la cual, resulta imposible la captura.
miércoles, 3 de junio de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario