Suelen lamentarse los oceanógrafos de que el hombre conoce mejor el espacio exterior que su propio mar. En efecto, la ciencia desconoce casi por completo lo que se esconde bajo el agua: se calcula que sólo el 1% de su vasta extensión ha sido explorado. El principal obstáculo es el tecnológico. El mar no es el espacio, pero puede llegar a ser casi tan inhóspito e inaccesible para el hombre.
Ahora, un nuevo vehículo robotizado de ocho millones de dólares acaba de alcanzar el punto más profundo del océano, a 10.902 metros, en la Fosa de las Marianas, al fondo del Océano Pacífico. Es el Abismo Challenger (o Challenger Deep, así bautizado en honor al HMS Challenger que estimó, con cierto margen de error, la profundidad del abismo. El hito abre una nueva puerta a la investigación marina, pues permitirá explorar de forma rutinaria las profundidades abisales de cualquier parte del planeta azul.
Nereus es el nombre que ha recibido el robot, en referencia al dios griego -hijo de Pontus, el mar, y Gaia, la Tierra- que solía ser en ocasiones representado con cola de pez.
La información, AQUI
Ahora, un nuevo vehículo robotizado de ocho millones de dólares acaba de alcanzar el punto más profundo del océano, a 10.902 metros, en la Fosa de las Marianas, al fondo del Océano Pacífico. Es el Abismo Challenger (o Challenger Deep, así bautizado en honor al HMS Challenger que estimó, con cierto margen de error, la profundidad del abismo. El hito abre una nueva puerta a la investigación marina, pues permitirá explorar de forma rutinaria las profundidades abisales de cualquier parte del planeta azul.
Nereus es el nombre que ha recibido el robot, en referencia al dios griego -hijo de Pontus, el mar, y Gaia, la Tierra- que solía ser en ocasiones representado con cola de pez.
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