Perro de Obama, cuestión de estado

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El guiño que hizo Obama a sus hijas durante su primer discurso como presidente electo tras las elecciones del pasado martes ha centrado todas las atenciones en lo que ya se conoce como el caso del perro de Obama. El recién elegido presidente estadounidense prometió a sus hijas Sasha y Malia un perro que se mudaría a la Casa Blanca con la familia Obama.

Ahora, como nuevo presidente de EEUU, todos los movimientos de Obama se observan con lupa desde todos los rincones del mundo. Y la elección de un perro no iba a ser menos, e incluso se habla de tintes políticos en la elección de una raza u otra. Como si el futuro perro de Obama tuviera poder de decisión en la Casa Blanca.

Aunque Obama habría hablado durante la campaña de comprar a sus hijas un golden retriever, esta idea ha sido tachada rápidamente por la opinión pública como elitista por escoger un perro de pura raza. Por su parte, la organización protectora de animales PETA habría recogido ya más de 50.000 firmas para que Obama rescate a un perro de algún centro de animales.

Pero no sólo es debate el futuro perro de Obama, sino también el nombre del perro que correrá por la Casa Blanca en los próximos años.

Así, los estadounidenses están dispuestos a involucrarse de lleno en la nueva mascota de Obama e incluso la revista The New Yorker habría hecho ya propuestas como 'Bark Obama', 'Swing vote' o 'Checkers'. Más radical es la propuesta de un británico en la red que desde el foro de The Guardian anima a Obama a poner pintalabios a su futuro perro y llamarlo 'Sarah', en alusión a la famosa Sarah Palin.